La Pintura y su relación con la historia. Por Florencia Marcano Salazar.

Al igual que el teatro, la pintura nació con la humanidad. Se pueden  observar las primeras muestras de ello, en las paredes de las cavernas donde el hombre habitó hace miles de años; en ellas se encontraron pinturas de animales representados con acierto y sentido estético considerable.

Los egipcios crearon la escritura en imágenes, los llamados jeroglíficos y  decoraban con pinturas las paredes de los templos y tumbas en su mayoría eran símbolos vinculados a la religión, representación de fragmentos de su principal texto funerario o del viaje al otro mundo que debia cumplir el difunto,  así como también escenas comunes de su vida cotidiana.

Los antiguos pueblos del Asía occidental: los babilonios, asirios y persas, sobresalieron con la artística decoración de sus pueblos y palacios. Los babilónicos, acostumbraban policromar sus estatuas y a hacer una cerámica vidriada de colores brillantes que eran muy resistentes a la acción del tiempo. Son los responsables de la aparición de dibujos o adornos simbólicos como la viñeta y la roseta, empleadas aún en la actualidad. Suele ser llamado arte oriental, para distinguirlos del arte occidental o clásico de origen griego.

El pueblo más artístico de todos los tiempos, exceptuando al chino, fue el griego, que floreció sobre el año 500 a.C. Su pintura muestra una imitación de la vida en su forma perfecta e ideal. Los artistas griegos se esmeraban en representar la naturaleza y los héroes mitológicos con toda exactitud, pero sin defecto alguno. Irónicamente, la pintura griega se conoce por medio de las copias romanas, principalmente por la gran cantidad de vasos pintados, por los retratos sepulcrales y por pintar sus edificios y esculturas con tonos brillantes.

El naturalismo del arte clásico es susutido con los dibujos planos y el simbolismo de los estilos orientales del cristianismo importados del cercano oriente. Los mosaicos, inspirados en la cerámica asiria, comienzan a utilizarse especialmente para representar en los templos las historias bíblicas. Durante la época medieval (entre los años 500 a 1500 de la era cristiana); fue un período importante para la pintura, se perfeccionaron las artes del fresco y la iluminación de manuscritos.

La pintura, es un arte de continuos cambios y uno de los grandes se presentó en el renacimiento, donde se buscó nuevamente el naturalismo, la gracia y el detalle. En el renacimiento, las representaciones adquieren vida, se destacan pintores como Duccio, Simone Martini, los hermanos Ambroggio, Pedro Lorenzetti, Carpacio, Tiziano conocido como un gran retratista; pero los pintores más destacados en esta época fueron: Rafael Sanzio, Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti. Ningún otro pintor superó a Rafael en encanto y naturalidad, a Leonardo en la pintura de caracter, ni a Miguel Ángel en la fuerza moral y física que le impartía a la figura humana.

A medida que avanzaba el renacimiento surgía un nuevo estilo: el claroscuro , destacándose el holandés Rembrandt.

La pintura también encuentra entre sus estilos, el roccocó, el paisajismo, el realismo, el impresionismo, el cubismo, el expresionismo, el surrealismo, el muralista, el abstracto, así como los nuevos estilos que habrán de crear los artistas con el paso del tiempo.

Florencia Marcano Salazar.

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